Tan controvertida la Ley SB1070 que ha hecho oponerse abiertamente a dependencias, grupos y hasta a los dos presidentes de ambos países. Conocida también como la Ley Antiinmigrante, permite a la policía del estado de Arizona detener a cualquiera que sea sospechoso de ser inmigrante sin documentos, pero no sólo al inmigrante, sino también convierte en delincuente a cualquier estadounidense que lo ayude, esconda, transporte o contrate… Una ley de la altura de Hitler
65 años después de que en 1945 de hubiesen perdido más de 60 millones de vidas gracias a leyes dictadas por una persona decidida a exterminar a los que no fueran de su raza, un grupo de políticos en EUA decide que para enfrentar la problemática se tiene que tratar a todo indocumentado como criminal, ficharlo y encarcelarlo.
Claro que esto hace pegar el grito en el cielo a cualquiera y más a nosotros los mexicanos que ya estamos acostumbrados a vivir de ellos como uno de nuestros ingresos nacionales más fuertes. Hasta hace 1 año, las remesas representaban el segundo lugar en ingresos después del petróleo y por encima del turismo. Entonces, al establecer esta ley, el estado de Arizona generaría el efecto “repelente” donde los americanos incitarían de forma más intensa su racismo con tal de no tener ni siquiera contacto con un indocumentado. El muro de Bush se quedó ridículo frente a esta nueva regulación.
Las afectaciones económicas no tardarán en resentirse en ambos lados, aunado a la debilidad monetaria que existe en estos momentos, principalmente en México, ya que muchas familias siguen apostándolo todo, incluyendo la vida para cruzar en busca de una mejor calidad de vida. Pero lo peor está por verse, ¿Porqué? Simplemente imaginemos la cantidad de indocumentados que vive en un estado fronterizo con México, aproximadamente 500 mil, teniendo que huir de ese estado a otro donde no sean molestados de esa forma. No es tan fácil como se dice, es medio millón de personas que o pasan a la verdadera delincuencia para mantenerse en la clandestinidad o cambian completamente de residencia buscando nuevas oportunidades. Una decisión que está a un paso una de la otra.
La historia muestra como determinaciones tan radicales han generado olas de violencia y delincuencia mayores, ya que los grupos tienden a unirse en pandillas para defenderse y contraatacar en algo que ambos bandos toman como una guerra. Tú me persigues, yo te ataco, tú me atacas yo respondo, y todo acaba al final cuando se den cuenta las autoridades de ese país que la violencia sólo genera más violencia: Iraq, Afganistán, Cuba, Venezuela, etc.
El problema lo deben enfrentar entre ambos países y no jugar al perro y el gato donde tu me muerdes yo te araño, ya que sólo le cuesta la vida a cada vez más indocumentados. El problema es que Estados Unidos no quiere ceder y México siempre esta en campaña política así que no se puede legislar, tal y como lo dijo hace 1 mes un diputado priísta a López Dóriga: "... no veo posible que se logre un consenso para la reforma (política) ya que estamos con elecciones en puerta y no vamos a llegar a ningún acuerdo así..."
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