26 marzo, 2010

MAMÁ... YO NUNCA SERÉ NARCOTRAFICANTE!! - 2a parte

  ... Llegó a los 25 años, la parte más importante de su vida, casi desperdiciada. Ahí logró conocer a algunos jefes renombrados de la mafia, fue invitado a muchas fiestas y condecorado en reuniones por sus logros, convirtiéndose en un respetado "NARCOTRAFICANTE". Su vida de pequeño no le importaba y menos recordaba esas palabras que un día muy convencido le dijo a su madre: "YO NUNCA HARÉ ESO, NUNCA SERÉ NARCOTRAFICANTE". Ahora vive con lujos, autos del año, una casa con alberca y muchas mujeres dispuestas a cumplir sus placeres. Pero siempre vacio. Su agresividad fue en aumento, su conciencia se apagó y la soledad lo consumía cuando no veía a alguien sufrir. Una vida de desdicha a cambio de sentir poder, fue su elección. Ahora se codea con políticos, diputados, presidentes municipales y hasta ha visitado al gobernador. Actrices lo llaman a su casa para visitarlo y hasta unos cuantos negocios logró abrir.

  Ya era mayo de 2008 y la guerra en la que se encontraban contra la policía, hacía más difícil en cierta forma lograr su trabajo, pero los medios y el dinero siempre le seguían abriendo puertas, aún dentro de los mandos altos de la policía y el ejército. Pitazos, escapadas o heridos, pero siempre se le facilitó la forma de salirse con la suya. Había conseguido meter a unos de los suyos a la policía municipal y tenia a un personaje importante en la Policía Federal. Se movía a sus anchas y cuidaba sus intereses, seguro de que nada le pasaría, pero trayendo consigo guaruras por si las dudas.

  Pasó ese año, entró 2009 y el negocio fue un poco mejor, sin la competencia que había sido quitada del camino. Enero, febrero y marzo pasaron sin grandes contratiempos, defendiendo la plaza que le había sido asignada. Pero en abril comenzaron a aparecer indicios de otro grupo que quería adueñarse de la plaza, iban con todo. Equipados con granadas, armas calibre .50 y hasta unas cuantas bazookas, la competencia estaba decidida a acabar con todos. Comenzaron las ejecuciones por ambas partes, Carmelo atacando y descuartizando a cuantos se interponían para dejar una lección a los que venían atras. La lucha se volvió mas encarnizada, los cuerpos en las calles eran recogidos por la policía durante las noches para no alarmar a la población y menos a otras corporaciones. Le habían prometido a Carmelo tranquilidad a cambio de no ser molestados ellos ni sus familias. Pero cada día se volvieron más frecuentes los cuerpos tirados por toda la ciudad que ni la misma policía se daba abasto para recogerlos. Los medios habían sido presionados para no publicar nada al respecto, así que estos mandaban sus noticias ocultas a otras agencias para que las publicaran, después ya ni el presidente municipal contestaba llamadas de reporteros, no sabía más que decir.

  Y pasaron los minutos, los días y hasta un par de meses. Llegó el 22 o 23 de agosto de 2009, habían pasado 3 meses desde que Carmelo cumplió 27 años. Estaba él recostado en la sala del segundo piso, sobre uno de sus sillones de agua color melón que acababa de comprarse, rodeado por varias imágenes de santos colgadas en la pared, 3 inciensos de azafrán encendidos, una mesa de caoba en el centro y al fondo una televisión Panasonic de 61 pulgadas. La Zona de Muerte reproduciendose en la pantalla con el volumen al máximo, en un ambiente de suspenso y horror, estaba él ahí, con sólo un guardia en su puerta. Disfrutaba cada gota de sangre que brincaba de la película, se enardecía tanto al ver como iba muriendo la gente, que no notó cuando el guardia de su puerta salió un par de minutos y regresó con la R-15 sin seguro. Este se apostó en el mismo lugar, respiró profundo, transpiró su mano al acariciar lentamente el gatillo de su arma, una que ya le había salvado el pellejo en varias ocasiones, pero que ahora parecía muy dificil de accionar. Dudaba, no se atrevía siquiera a levantarla, parecía muy pesada, tal como quien intenta levantar cien kilos con una mano. Carmelo seguía absorbido por la trama, disfrutando al saber que había alguien cuidándolo. El guardia, su primo, dio media vuelta para volver a salir, cuando con una lágrima en el ojo, giró repentinamente y comenzó a dispararle a Carmelo. Más de 37 detonaciones... una tras otra... Y al final, aquel niño abandonado y sin atención que creció en el seno familiar de unos padres que decidieron educarlo a base de dinero y caprichos, yacía en el suelo, bañado en un charco de sangre.

  Fue sacado de ahí y tirado en una fosa cavada sobre el patio de una casa abandonada. El gran Carmelo, temido por muchos, estaba escondido en un hoyo de tierra donde nadie se volvería a acordar de él... Cierto, sus padres supieron la noticia con muy pocos detalles algunos meses después, se lamentaron porque su hijo era la mejor persona del mundo, alguién que no se merecía eso ni tantito. Pero de su paradero nunca se supo nada. Pasó a la memoria, dejó su lugar a uno más sangriento y que también fue muerto 10 meses después: su primo.


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 EL PESCADOR

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